La obsesión es una idea persistente, puede ser cualquiera, desde obsesionarse con una persona y las posibilidades de conquistarla, hasta obsesionarse con el fin del mundo y la idea de muerte.
La obsesión existe desde su nivel más normal hasta su nivel más grave. En el nivel más sano, se espera el uso de mayor energía en uno o dos temas importantes para una persona, porque de esta manera se favorece el desarrollo de la misma (por ejemplo el trabajo y la familia). Poniendo atención a las cosas “importantes” vamos controlando el mundo que nos rodea y hay menos variables que sortear de imprevisto.
Detrás de la obsesión a menudo hay un afán de control. Gestioanarnos y gestionar el mundo que nos rodea puede ser muy útil, pero llevado a un extremo puede ser un verdadero infierno. Podemos controlar una parte de la realidad, pero es una ilusión adictiva la idea de controlarlo todo.
A veces nuestra mente nos juega una mala pasada y empezamos a obsesionarnos con cosas que realmente se escapan de nuestro control. La famosa obra de teatro “Toc toc” se ríe de esta condición y muestra a seis personas que se conocen en una sala de espera de un prestigioso psiquiatra: Allí se encuentran un taxista obsesionado con contar números, un contador que no puede evitar decir groserías, una una enfermera obsesionada con los gérmenes y la limpieza, una profesora de fitness que no puede evitar repetir dos veces todo lo que dice, un joven supersticioso que no soporta la asimetría y una mujer religiosa y verificadora.
Los ejemplos de los personajes de esta famosa obra de teatro son los ejemplos más clásicos que representan lo que puede llegar a ser un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
¿Que quiere decir compulsivo?
Se refiere a una conducta involuntaria. Busca descargar una energía (no sabemos por qué) en una acción estereotipada (siempre lo mismo). Pueden ser descargas muy sutiles hasta descargas masivas (como el gilles de la tourette de super taldo). Estas descargas de energía pueden ser pequeños “tics” que nos ayudan a liberarnos en el día a día, o pueden ser la manifestación de un problema limitante.
Las obsesiones pueden ser, para algunas personas, un detalle (incluso una cualidad) y para algunos un sufrimiento silencioso. A veces pueden relacionarse con temas desagradables o simplemente intolerables. Empiezan a aparecer rituales para “sanarse” de esos pensamientos que se vuelven repetitivos.
En terapia es importante aclarar la diferencia entre preocupación y obsesión como primer objetivo. Muchas veces este tipo de dinámicas ocultan sentimientos no asumidos, y estos son únicos para cada persona.